2010-2011
Profecías de calendario
Asfixia electoral y cívica
Teclas vacacionistas
No fue el año que se temía, pero acaso resultó peor. Incumplidas quedaron las profecías de calendario que adjudicaban obligatoriedad conmemorativa a las tandas insurreccionales de la historia mexicana. El máximo acercamiento a la proclama guerrillera de esta anualidad por terminar se produjo en el tragicómico contexto de un presunto secuestro ciertamente bien peluqueado que parecería haber sido concebido con propósitos de construir una candidatura presidencial de derecha no felipista y cuyo montaje va quedando cada vez más claro: mentira rotunda el día de la Aparición del Juan Diego Litigante y sus ramos de rosas rojas del Jefeyac, pues el porte lozano (Gracia) que mostraba el presuntamente recién liberado no era sino consecuencia de un tratamiento de recuperación habido desde días atrás, explicable y justificado ese proceso de readaptación y cuidados pero no la farsa de la barba escenográficamente preservada ni el cuento del recién llegado del cautiverio.
Asfixiada así la vida cívica, cerrados los caminos a la organización social, controlados los mecanismos de representación política, prostituidas las alternativas electorales mediante las
alianzasentre PRD y PAN, sometido todo al curso de los humores del bando de Los Pinos, tendida nacionalmente la red militarizada de control social, cada vez más amenazantes y dirigidas las manejables armas del narcotráfico contra la disidencia o la protesta, humeante el caldero grande, 2010 incubó las expectativas negras del 2011, a tal grado que en la administración federal se tienen especiales cuidados en prevención de que en los linderos de uno y otro año pudieran darse expresiones violentas de distinto origen, tanto de cárteles inconformes con el trato desigual que ha acabado privilegiando a ciertos grupos como de organizaciones armadas que creen llegado el momento de impulsar transformaciones violentas.
alta sociedady espectáculos.
En el PAN habrá de verse si el rudo Felipe es capaz de controlar el proceso de postulación del candidato a presidente de la República (luego del periodo baldío al que falta una tercera parte de suplicio). No tiene aspirantes fuertes pero habrá de verse si eso es una falla o un plan retorcido, deseoso el michoacano de abrir la puerta a opciones ciudadanas como la de Juan Ramón de la Fuente, que tanto le emociona, o a la sublimación de la perversidad aliancística, con un candidato neutro o negociable como podría ser el cada vez más colaborador Marcelo Ebrard. Calderón perdió en la composición del nuevo consejo nacional panista y El Yunque se instaló como contrapeso interno deseoso de impedir nuevas torpezas felipistas. La desaparición obligada de Diego Fernández de Cevallos podría haber provenido de fuerzas oficiales conjuradas para frenar y castigar el activismo antifelipista del queretano antiquijotesco o, por el contrario, de maniobras de poderosos segmentos no sólo panistas, sino incluso con toques de sal tricolor, para posicionar a un posible candidato capaz de rebasar y derrotar al endurecido jefe actual de las fuerzas armadas.
La izquierda electoral ha sido dividida a conciencia durante este año trágicamente memorable. Los Chuchos han cumplido una redituable labor de envilecimiento y confusión. Ebrard y su mánager Camacho se han adaptado a las necesidades del calderonismo y el salinismo, con la vista puesta en la eliminación del factor tabasqueño por su rispidez y la postulación de Marcelo por necesidades de
estabilidadconcertada. López Obrador ha seguido bajo metralla difamatoria y se mantiene aferrado a un discurso y un manual de procedimientos que no pareciera encajar, ni en velocidad ni en innovación, en los tiempos revueltos que pretenden encaminarse al fin del ciclo panista y la restauración del dinosaurismo mafiosamente concertador.
Y ya con esta se despide, por dos semanas, el tecleador necesitado de vacaciones que a la comunidad del Astillero desea felices fiestas y buen año venidero. ¡Hasta el 10 de enero próximo!