viernes, 24 de diciembre de 2010


2010-2011
Profecías de calendario
Asfixia electoral y cívica
Teclas vacacionistas

No fue el año que se temía, pero acaso resultó peor. Incumplidas quedaron las profecías de calendario que adjudicaban obligatoriedad conmemorativa a las tandas insurreccionales de la historia mexicana. El máximo acercamiento a la proclama guerrillera de esta anualidad por terminar se produjo en el tragicómico contexto de un presunto secuestro ciertamente bien peluqueado que parecería haber sido concebido con propósitos de construir una candidatura presidencial de derecha no felipista y cuyo montaje va quedando cada vez más claro: mentira rotunda el día de la Aparición del Juan Diego Litigante y sus ramos de rosas rojas del Jefeyac, pues el porte lozano (Gracia) que mostraba el presuntamente recién liberado no era sino consecuencia de un tratamiento de recuperación habido desde días atrás, explicable y justificado ese proceso de readaptación y cuidados pero no la farsa de la barba escenográficamente preservada ni el cuento del recién llegado del cautiverio.
 
No hubo violencia política expresa de corte revolucionario o independentista y, por el contrario, la gerencia federal de espectáculos ahistóricos convirtió el 1810 en desfile jolivudense de desmemorias, frivolidad y corrupción, y el 1910 en un suspiro escamoteado a la conciencia nacional para que a pocos se les ocurriera pensar seriamente en la importancia de las gestas populares contra los malos gobiernos. Pero sí hubo violencia institucional, y mucha, para instalar el miedo en el ánimo colectivo y para concentrar a los ciudadanos en la defensa básica de sus intereses inmediatos, sin tiempo ni voluntad para ver hacia arriba, criticar y organizarse en búsqueda de cambiar el curso de la tragedia nacional. 2010 fue el año de la consolidación del baño de sangre como política pública, del horror criminal (destazados, decapitados, colgados, asesinatos masivos) como pedagogía del poder, de la abolición (ya casi sin protestas) de derechos, garantías y legalidad, de las fuerzas armadas (los militares y las policías) como pilares del Estado de excepción sin declaratoria expresa, del Estado fallido que por tanto se encierra en sí mismo y trata de gobernar mediante camarillas mediocres y viciadas, entre visceralidades nocturnas y demagogia matutina.

Asfixiada así la vida cívica, cerrados los caminos a la organización social, controlados los mecanismos de representación política, prostituidas las alternativas electorales mediante las alianzas entre PRD y PAN, sometido todo al curso de los humores del bando de Los Pinos, tendida nacionalmente la red militarizada de control social, cada vez más amenazantes y dirigidas las manejables armas del narcotráfico contra la disidencia o la protesta, humeante el caldero grande, 2010 incubó las expectativas negras del 2011, a tal grado que en la administración federal se tienen especiales cuidados en prevención de que en los linderos de uno y otro año pudieran darse expresiones violentas de distinto origen, tanto de cárteles inconformes con el trato desigual que ha acabado privilegiando a ciertos grupos como de organizaciones armadas que creen llegado el momento de impulsar transformaciones violentas.

El escenario electoral también se ve sembrado de minas. El PRI se mantiene como la opción más promovida en los manipulables estudios de opinión pública y Enrique Peña Nieto parece tener todo a su favor para encabezar la onerosa acometida de tres colores en busca de regresar a Los Pinos. Al estético gobernador del estado de México le han tejido una red de apoyo y protección, con gobernadores de erario comprometido con la causa futurista, entre ellos el de Coahuila que en nombre del gremio ocupará la presidencia nacional del PRI, en abierta confesión de que los jefes estatales y sus tesorerías son los nuevos factores de decisión real. El sobrevaluado eje de esos esfuerzos de restauración del pasado es Carlos Salinas, cada vez más presente en actos públicos y en portadas de revistas de alta sociedad y espectáculos.

En el PAN habrá de verse si el rudo Felipe es capaz de controlar el proceso de postulación del candidato a presidente de la República (luego del periodo baldío al que falta una tercera parte de suplicio). No tiene aspirantes fuertes pero habrá de verse si eso es una falla o un plan retorcido, deseoso el michoacano de abrir la puerta a opciones ciudadanas como la de Juan Ramón de la Fuente, que tanto le emociona, o a la sublimación de la perversidad aliancística, con un candidato neutro o negociable como podría ser el cada vez más colaborador Marcelo Ebrard. Calderón perdió en la composición del nuevo consejo nacional panista y El Yunque se instaló como contrapeso interno deseoso de impedir nuevas torpezas felipistas. La desaparición obligada de Diego Fernández de Cevallos podría haber provenido de fuerzas oficiales conjuradas para frenar y castigar el activismo antifelipista del queretano antiquijotesco o, por el contrario, de maniobras de poderosos segmentos no sólo panistas, sino incluso con toques de sal tricolor, para posicionar a un posible candidato capaz de rebasar y derrotar al endurecido jefe actual de las fuerzas armadas.

La izquierda electoral ha sido dividida a conciencia durante este año trágicamente memorable. Los Chuchos han cumplido una redituable labor de envilecimiento y confusión. Ebrard y su mánager Camacho se han adaptado a las necesidades del calderonismo y el salinismo, con la vista puesta en la eliminación del factor tabasqueño por su rispidez y la postulación de Marcelo por necesidades de estabilidad concertada. López Obrador ha seguido bajo metralla difamatoria y se mantiene aferrado a un discurso y un manual de procedimientos que no pareciera encajar, ni en velocidad ni en innovación, en los tiempos revueltos que pretenden encaminarse al fin del ciclo panista y la restauración del dinosaurismo mafiosamente concertador.

Y ya con esta se despide, por dos semanas, el tecleador necesitado de vacaciones que a la comunidad del Astillero desea felices fiestas y buen año venidero. ¡Hasta el 10 de enero próximo!

jueves, 23 de diciembre de 2010


Peligro internacional
Infierno para migrantes
CA encara mentiras
Marisela: impunidad

El calderonismo ya es un destacado y declarado peligro internacional. El país a la deriva, controlado por cárteles nacionales o sus derivaciones regionales, exporta su producción delictiva y genera preocupación y enojo en gobiernos extranjeros. No son accidentes ni excepciones, sino consecuencias netas del caos que el felipismo ha ido instalando aplicadamente en el país: al norte, los gringos se asustan por la violencia del patio trasero e instalan soldados y barreras mientras analizan las posibilidades de intervenciones armadas o tutelajes rígidos, y los canadienses ponen freno a las facilidades de tránsito de los mexicanos, imponiendo el requisito de la visa para frenar éxodos y abusos; al sur, los centroamericanos comprueban dolorosamente que la tierra mexicana se ha convertido en infierno de mentira, corrupción, impunidad, violencia y muerte, convertidos los migrantes en mercancía disputada por delincuentes formales, policías, agentes y funcionarios de toda índole.
 
Felipe miente a los centroamericanos cuando hace decir al aparato gubernamental mexicano que no existió el secuestro de medio centenar de viajeros sin documentos legales (o que no se tienen datos formales que aporten constancia de él, a pesar de múltiples testimonios que lo dan por cierto). Y esa mentira lleva a los representantes de tres países centroamericanos (Honduras, Guatemala y El Salvador) a emitir un comunicado conjunto en el que exigen a Los Pinos que investigue los graves hechos y castigue a los responsables. Pero el jefe de las armas mexicanas no ve y no quiere ver más allá, entretenido más en los cálculos electorales 2012 que nomás no le salen y en pronunciar discursos llenos de optimismo insultante, reproches bumerán y consideraciones vaporosas.

La guerra de Calderón contra el narcotráfico provocó tales desajustes y envilecimiento que los factores de una criminalidad largamente circunscrita a su campo natural (el negocio de las drogas, en todas sus variables) hubo de expandirse hacia rubros nunca antes explotados con tanto salvajismo: grupos antaño concentrados en los estupefacientes fueron desplazados por cárteles de favoritismo sexenal y, en una elemental lógica económica de supervivencia, al ser limitados en sus operaciones usuales por el reacomodo dirigido desde las alturas del poder, entraron de lleno a rubros que les permitieran sostener sus ejércitos en campaña permanente. Así fue como los centroamericanos en tránsito hacia Estados Unidos se convirtieron en materia de extorsión despiadada, en un proceso de crueldad creciente que va de la mano del trato dispar en la guerra oficial contra las drogas.

Pero Calderón no ha hecho más que cerrar los ojos ante esta realidad, tolerando funcionarios y funcionamientos criminales, convirtiendo al Instituto Nacional de Migración en otra instancia escandalosamente fallida, perdonando a directivos bajo estigma enorme y permitiéndoles continuar, al no castigarlos, carreras administrativas y políticas. Es una lástima, si se ve el asunto desde otro ángulo, que se haya cerrado recientemente el proceso panista de conformación de sus cuadros directivos, pues la nueva crisis internacional relacionada con migrantes podría haber ayudado a promover a algún funcionario en aprietos hacia un asiento partidista de renombre, como sucedió con Cecilia Romero, responsable durante años de la red de agentes y burócratas inmiscuidos en la red de atracos, violaciones, torturas y asesinatos de centroamericanos deseosos de llegar a Estados Unidos a través de la peligrosa tierra mexicana y que ahora ocupa ni más ni menos que la secretaría general del comité nacional panista, es decir, el segundo sitio en importancia del partido federalmente en el poder, luego del escándalo mundial provocado por el asesinato a sangre fría de más de 70 migrantes en un rancho tamaulipeco.

No es, desde luego, el único antipremio que el hermano de la precandidata Cocoa puede mostrar prendido en su casaca. La Unión Europea también pide investigar y castigar, pero en este caso no a los responsables del plagio de migrantes, sino a quienes planearon y ejecutaron el asesinato de Marisela Escobedo, la madre que en la ciudad de Chihuahua fue ejecutada cuando aceleraba el ritmo de su protesta pública por la impunidad administrada al culpable de matar a su joven hija. Similar demanda ha hecho la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero más acomedidos en presunta busca de justicia están dos de los principales cárteles de la región, que se culpan mutuamente de haber ordenado la muerte de Marisela y que, en pleno cumplimiento de su convicción de que ellos pueden actuar en sustitución del sentido justiciero que el Estado debería cumplir, ofrecen imponer sanciones fúnebres por propia mano, sin necesidad de los mecanismos fofos e inútiles que la institucionalidad se atreviera a ofrecer.

Felipe y Margarita, en tanto, ofrecen posada en Los Pinos a ochocientos niños ante los cuales refrendaron el amor, la buena voluntad y la unidad que existen entre los mexicanos, según cacahuatero boletín oficial de prensa. Pura felicidad y buena onda, mientras en Tamaulipas, al cierre de sexenio, se desataban balaceras en distintos puntos de Ciudad Victoria y lanzaban granadas contra la presidencia municipal y a las afueras del Polyforum en que en unos días se realizará el cambio de gobernador. Pero nada grave sucede, según el alegre lente del felipismo burbujeante: ni secuestro masivo de migrantes ni impunidad en el caso de inconformes asesinados: el director de Pemex, por ejemplo, se desplazaba tranquilamente en un trineo de retórica de exculpación al sentenciar que el estallido de San Martín Texmelucan fue producido no por fallas de la paraestatal, ni descuidos o mal mantenimiento, sino por causas ajenas, externas.

Y, mientras el episodio de Diego sigue perdiendo credibilidad ante la opinión pública, ¡hasta mañana, en la última entrega de la temporada, antes de que el declinante tecleador pase a descansar expresamente un par de semanas!

miércoles, 22 de diciembre de 2010


Montajes y rollos
Felipe y Diego disienten
Sonar de yunques
Involucrar a AMLO

Felipe ha saltado para arrebatarle al ChupaBarbas el estandarte hechizo con que éste pretende asentarse como opción de derecha compasiva pero firme frente a un izquierdismo rudimentario que según eso practican los propicios Desaparecedores cada vez más misteriosos. Pero éstos no serían sino delincuentes puros y duros, echadores de rollo, hipócritas usuarios de palabrería de justicia social a los que mueven crudas ambiciones económicas, según la rauda descalificación felipista asestada a lo que el litigante dorado había calificado antes como marcadísima connotación política e ideológica en su contra.
 
Choque en las alturas, con tintineos que algunos creen identificar con el sonido de los yunques de la discordia. Ayer mismo, para fortalecer esa hipótesis metálica, un Movimiento Blanco, que no es más que otra de las elaboraciones de membrete con que suelen presentarse los yunquistas clásicos (Guillermo Velasco Arzac y José Antonio Ortega Sánchez, en este caso) se asomó a escena para defender la autenticidad digna de leña verde de los comunicados de los Misteriosos Redactores Bajo Pedido que estarían llevando el terrorismo a escalas mayores.

Yunque insurrecto que asegura que la crisis de la delincuencia organizada sin control y los actos de violencia política como el secuestro de Diego han hecho que el país entre en una ruta que puede conducirnos a la condición de Estado fallido. Yunque ansioso de impedir que Felipe acabe de desgraciar a la derecha, de tal manera que ha avanzado en el control del comité nacional panista, con la heroína migrante Cecilia Romero como secretaria general y con batallas en curso en Guanajuato por la sucesión gubernamental. Y he allí que Felipe y Diego han sostenido ácidas confrontaciones durante años y ahora parece que la casa michoacana no está dispuesta a que con un montaje salino le sea arrebatado el derecho sexenal de imponer candidato a la sucesión. Guerras internas sin ramos de rosas rojas para nadie. Comunicados y motivaciones del presunto secuestro que parecen haber sido mandados hacer para fortalecer la figura futurista del abogado de cuello blanco y para dañar a un destinatario muy enunciado, el incómodo denunciante de las mafias del poder.

Frente a ese izquierdismo básico, simplificador e inocuo, la figura de El Quijote de Punta Diamante podría crecer de manera desmesurada, convertido así el precandidato en gigante ideológico por contraste.
Además, el prodigiosamente recuperado litigante queretano ha revelado que sostuvo con sus captores intensas sesiones de discusión que no terminaron cambiando el parecer de ninguna de las partes concurrentes a esas tertulias en algún lugar desconocido, pero que sí fortalecieron (complementando la propia visión derechista e integrando lo rescatable del abecé izquierdista) el ánimo de lucha política, a tal grado que en lugar de sufrir choques traumáticos posteriores a la dura experiencia sietemesina, el declamatorio político desbordadamente barbado se permite anunciar que luchará donde sea necesario, que seguirá sirviendo a México y que no buscará ser candidato presidencial en 2012 (aunque, claro, no cierra la puerta a la posibilidad de que la parte blanquiazul del pueblo se lo pida y él pudiera aceptarlo, aunque no lo hubiera buscado) y que apoyará a quienes sí sean aspirantes de su partido, recorriendo pueblos, haciendo campaña, caballero andante que siempre ha ido contra calderas de viento...

El proyecto armado, es decir, montado, para impedir que el calderonismo siga dañando a la derecha, arrebatándole con artes escenográficas extremas la posibilidad de imponer alguna mediocridad perteneciente a su circulito íntimo como candidato a una derrota anunciada, tiene, sin embargo, fallas evidentes. En primer lugar, la presentación en público del nuevo producto viejo tuvo claros errores de utilería, sobre todo en términos pilosos, e incluso de sobreactuación, excediéndose el veterano actor en la representación de valentías y vitalidad cuando los parlamentos deberían mostrar abatimiento, debilidad y confusión producto de siete largos meses de secuestro a manos de lo que voces oficialistas del salinismo rector han descrito como uno de los grupos guerrilleros más violentos.

Por otra parte, ese mismo órgano informativo oficial del salinismo ha hecho saber en un editorial que los presuntos secuestradores fueron animados por el discurso y las acusaciones constantemente hechas por... Andrés Manuel López Obrador, a quien así se pretende involucrar con el terrorismo –como bien lo preparaban los textos misteriosos de los supuestos desaparecedores–, a tal grado que esa sinrazón periodística salada advierte que la polarización adjudicada a AMLO podría generar consecuencias como las que el discurso de Marcos provocó en Mario Aburto. El salinismo asienta en su boletín diario que el dinero cobrado por el caso Diego acabará financiando más secuestros, más terrorismo e incluso el sostenimiento de la doble vida de dirigentes. ¡Vaya manera de tender la cama para futuras acometidas mediáticas y eventuales actos de represión! Del montaje de intentos de candidaturas (la caballada está flaca, y barbona) al montaje de provocaciones. Del montaje de comunicados con redacción dedicada a opositores al montaje de las justificaciones para desafueros judiciales. La política como testigo protegido. Los Misteriosos Desaparecedores como denunciantes anónimos que activen allanamientos políticos y encarcelamiento de opciones. El comando ChupaBarbas ataca.

Astillas

Pemex y sus comisionistas gerenciales en turno sufren para sostener la tesis del robo de ductos cuando saltan las evidencias de que hay descuido criminal en las redes nacionales... Y, mientras el cártel de Sinaloa anuncia que tomará cartas en el asunto del asesinato de Marisela Escobedo, la madre asesinada por exigir justicia, y que ejecutará al responsable de ese ataque, como para demostrar que el Estado fallido está siendo sustituido por la narcojusticia, ¡hasta mañana, con un capitán del Ejército asesinado en Uruapan!


martes, 21 de diciembre de 2010


Misteriosos Aparecedores
Precandidato automático
Purificación televisiva
¿Y Marisela, y San Martín, y...?

Fue un arribo escenográfico de consecuencias previstas. Larga barba comprobante de los meses de obligado descuido estético, aunque el cabello no mostraba concordante crecimiento y desaliño; gran cobertura mediática, sobre todo televisiva, para difundir las primeras consideraciones de aquel a quien los reporteros preguntaban, sin respuesta, si buscaría o aceptaría ser candidato presidencial, y el clarísimo enfoque político del discurso del panista ya en libre circulación al que un pasaje de El Quijote parecía servirle de plataforma de lanzamiento hacia nuevos episodios políticos, específicamente la contienda presidencial de 2012.
 
Diego restituido, recuperado, reciclado. De los Misteriosos Desaparecedores a los misterios de la reaparición. La fraseología de izquierdismo simplista como telón ideal de fondo para adjudicar la ausencia física sietemesina a los peligros para México que constituyen quienes comparten ese manual básico de la inconformidad. Caricaturización de la disidencia, con injertos de posturas de López Obrador y Marcos, entre otros: del Nosotros los pobres y ustedes los ricos al análisis-denuncia parcial y elemental, enderezando las baterías contra izquierdistas y priístas y condenando al mártir del coyotaje de superlujo al paredón de las descalificaciones sumarias en comunicados cuya carga crítica fue arrasada en cuanto los poderosos medios televisivos decidieron purificar a Diego de su denso historial para convertirlo en héroe del momento, en síntesis de virtudes cívicas y ejemplo nacional de lucha contra los muchos males actuales, al extremo en Foro Tv, de Televisa, de proponer movimientos sociales de unidad nacional y firma de pactos sobre seguridad pública con el panista como eje convocante y figura inspiradora.

Diego sin evidencia de traumas posteriores al secuestro ni dificultades para subirse con agilidad al carrusel de la realidad política nacional que cambia con fuerza día a día. Claridad de análisis y contundencia declarativa apenas afectada por problemas de la garganta. Listo para seguir siendo el mismo y continuar en la lucha. Gracias a la Virgen y a Dios. Hombre de fe que perdona. Llamada telefónica con el ocupante de Los Pinos (que ayer pudo haber perdido la capacidad de instalar pieza propia hacia 2012). Ramo de rosas rojas del caballero nuevamente andante para llevarlo a la novia en auto por él conducido. Sus palabras repetidas una y otra vez en las televisoras de programación informativa continua. Entrevista especial con el titular de un programa de Radiofórmula, José Cárdenas, a quien aseguró que diría lo mismo que esa misma noche frente a Joaquín López Dóriga en el noticiario estelar de Televisa, entre otras cosas, que su desaparición física fue motivada por razones económicas, pero también tuvo una marcadísima connotación política, supuestamente por cuestiones ideológicas. Político con tranquilidad de conciencia porque siempre ha luchado por mis ideales, siempre en Acción Nacional, siempre por México, lo que no vieron así los Misteriosos Desaparecedores, pues ellos me consideraron un enemigo de sus causas.

Diego precandidato aun cuando él no lo quisiera y aun cuando ésa fuese una consecuencia no deseada por quienes prepararon su misteriosa desaparición. Es, ya, el paladín de la lucha de la sociedad mexicana contra la delincuencia desbordada. ¿Quién mejor que él para enfrentar con mano dura, discurso firme y experiencia propia lo que los mexicanos padecen hoy? Diego no es ni será más el litigante que se ha beneficiado del tráfico de influencias para ganarle millonarios pleitos al propio Estado, ni el personaje que desde el Senado o en los arreglos con Los Pinos salinistas fue montando una red de intereses en el Poder Judicial y en el aparato de procuración de justicia que acabó beneficiando a su propio bufete y a su propia cartera de clientes de elite que han saqueado al país desde sus trajes de etiqueta, sus cuellos blancos. Hoy, ya, Diego ha sido liberado de esas culpas gracias a la magia televisiva, al periodismo acrítico y convenenciero, a la desmemoria nacional y a los planes políticos que necesitan estabilizar las elecciones de 2012 mediante contendientes confiables, civilizados, que sean capaces de dejarse ganar unos comicios, como lo hizo Fernández de Cevallos frente a Ernesto Zedillo en 1994, o aceptar el amable arbitraje del Señor de las Cunas por él mecidas, el también liberado y reaparecido Carlos Salinas de Gortari a quien mucho alegraría jugar en la próxima contienda con cartas propias, cercanas, influenciables o negociables. ¿Qué tal un 2012 con el favorito Peña Nieto como apuesta principal, con Diego como opción secundaria que en dado caso sea capaz de aceptar desenlaces que le fueran desfavorables y con un Marcelo movido por el antiguo compañero de armas salinas, Manuel Camacho? Dieciseis años atrás fue el llamado error de diciembre y ayer, caprichoso como puede ser el calendario, Salinas podría haber celebrado su acierto de diciembre.

El espectáculo del nacimiento de un precandidato anunciado desplazó oportunamente cuando menos tres temas causantes de irritación y preocupación nacionales. Marisela Escobedo fue sepultada mediáticamente, flor periodística de unos cuantos días, asesinado uno de sus cuñados, incendiada la maderería de quien fue su pareja y necesitados de protección sus hijos a los que el Estado cuida con la misma contundencia retórica instantánea que a la madre denunciante y luego ejecutada. En San Martín Texmelucan los directivos de Petróleos Mexicanos pelean con la realidad para culpar a misteriosos saqueadores de provocar explosiones y eludir culpas oficiales. Y en Tamaulipas la escandalosa fuga de más de 150 presos es burocráticamente atenuada con la consignación de celadores. Y, mientras el sacerdote Alejandro Solalinde es amenazado en Ixtepec, Oaxaca, por mafias traficantes de migrantes y autoridades que son cómplices (en http://bit.ly/hxZffN puede leerse una entrevista con él), ¡hasta mañana, en este cierre de diciembre negro!

lunes, 20 de diciembre de 2010


ApocaLipe now
Diciembre negro
Elite bandolera
Marisela, mensajes
Diego, ¿guerrilla?

El licenciado Calderón parece plenamente rebasado. Frente a problemas cada vez más graves, apenas atina a valerse de recursos gastados, como las declaraciones demagógicas sabidamente encaminadas al incumplimiento, el abuso de los medios de comunicación para aparentar que algo medianamente aceptable está haciendo y la espera del paso del tiempo como mecanismo de sustitución de un escándalo de negligencia o corrupción por otro u otros ante los que repetirá la rutina inútil. Felipe no está generando nada importante, inteligente o novedoso para enfrentar la crisis que se está expresando en múltiples escenarios y de diversas maneras. Su gabinete es una colección de nulidades mediocres, sus políticas públicas parecen pasar solamente por las aduanas de la corrupción y la ineficacia, y su interpretación de la realidad parece estar sujeta siempre a condiciones nebulosas, a visceralidades y complejos, a una suerte de bandolerismo de alta burocracia.

Diciembre negro. Cual si estuviésemos a punto de entrar a un remolino como el de 1994, se acumulan los ingredientes explosivos. La élite gobernante festeja que libró el año conjetural del 10 y que birló a la sociedad el recuerdo de lo revolucionario para centrarlo con estilo de farándula en lo relativo a la Independencia. Pero al final del calendario temido por las presuntas coincidencias insurreccionales centenarias, los fantasmas parecen retozar y los diablos parecen andar sueltos de nuevo.

Estampas de desolación y abandono en San Martín Texmelucan. Nubes negras, éxodo de pobladores, temor colectivo frente a las siglas del monstruo sabidamente desquiciado, el Pemex de la corrupción permanente, del desvío de fondos de mantenimiento y correcciones técnicas, del saqueo de la riqueza colectiva a costa del desmantelamiento, el descuido, el peligro. Pero la administración felipista dispara de inmediato en defensa propia y, sin más seriedad indagatoria que la necesidad de apuntar hacia otro lado, arroja la hipótesis precoz de que el origen de la desgracia poblana sería el robo a ductos de la empresa petrolera, cometidos esos hurtos por particulares, no necesariamente por los funcionarios de toda la vida que han robado los ductos presupuestales, que han asaltado la riqueza colectiva para transformarla en privada, bandolerismo de alta burocracia en una franja de la Puebla del Góber Precioso en vías de dejar el poder a otro ahijado predispuesto a engordillarse, Rafael Moreno Valle.

Explosión y tragedia que desplazan a la que antes encabezaba la marquesina luctuosa nacional. El asesinato de Marisela Escobedo produjo un enojo que parecía tomar senderos de organización y protesta nacionales. Indignación por la historia de desdén e impunidad que las autoridades del Chihuahua ensangrentado fueron escribiendo en el caso de la madre en exigencia de justicia por el asesinato de su hija. Pero, también, el asomo de los ribetes de ligereza, manipulación y corrupción que conlleva el planteamiento de juicios orales que el sistema mexicano enfermo pretende manejar como novedad curativa cuando solamente será una nueva forma de agravar el cáncer institucional. Y la evidencia clara, el amago, la amenaza de que tal como ya se advertía desde que la nación fue arrojada a los pantanos de la guerra contra el narcotráfico, los tentáculos de ésta podrían servir para acallar protestas, ejecutar disidentes e inconformes y atemperar por la fuerza ánimos sociales combativos.

Ahogada la activista, tapen el pozo de los juicios orales. El gobernador priísta de Chihuahua, César Duarte, ha logrado el desafuero de los tres jueces que dejaron libre al asesino de la hija de Marisela Escobedo y trata de mostrar una actitud distinta a la de sus antecesores que sin esfuerzo se parapetaban tras un valemadrismo atenuado mediáticamente. Es muy probable que sólo sea una escenografía distinta, para una misma obra: en el norte del país, y en especial en Chihuahua, siguen gobernando los mismos poderes ocultos, y Duarte sólo será, como sucedió con sus antecesores, como pasa y seguirá pasando en otras entidades, administrador de las circunstancias, no gobernante rector. En Tamaulipas, por ejemplo, las grandes empresas parecen dispuestas a cerrar el año y el sexenio con preliberaciones a su personal de confianza, de tal manera que en Nuevo Laredo se produjo algo que técnicamente fue llamado fuga, pero que más parecía peregrinación o caminata deportiva, con más de 150 reos cruzando las puertas carcelarias por decisión propia o de sus consorcios mandantes.

Pasar Navidad en familia parecería ser también el destino de Diego Fernández de Cevallos, a quien sus Misteriosos Desaparecedores estarían a punto de liberar, según difusos comunicados por Internet que recibieron trato disparejo de parte de medios y periodistas, pues a pesar de la contundencia de las palabras incluídas en los comunicados presuntamente enviados por los secuestradores, unos los consideraron absolutamente confiables y otros los colocaron en la bandeja de los asuntos por confirmar. A ese escepticismo contribuyó sin duda el manoseo y los equívocos que algunos medios y periodistas han cometido en el tema, al extremo de que semanas atrás se anunció como un hecho inequívoco la liberación del ex candidato presidencial sin que, como es evidente, hubiese sido cierto el adelanto.

El supuesto anuncio de la devolución a la libertad del controvertido panista fue acompañado de un manifiesto en tres partes cuya redacción y objetivos fortalecen la necesidad de ser prudentes. Pudiera ser, en efecto, que el plagio de Diego hubiese sido cometido por una organización de corte izquierdista que reivindica el uso de la violencia para transformar al país, y que el diagnóstico de ese grupo sobre la realidad nacional coincidiera con las denuncias contra las mafias del poder que desde un plano enteramente pacifista realiza un precandidato presidencial, pero también pudiera ser que los diablos estén siendo intencionalmente soltados, en un México sin control, con un Calderón plenamente rebasado y frente a problemas cada vez más graves. ¡Hasta mañana!

viernes, 17 de diciembre de 2010


Sacudirse el miedo
La treta de lo anónimo
Chayo, líder ideológico
Cocoa, nomás pariente

Desde el blindaje extremo, que traza una de las líneas divisorias entre los funcionarios locuaces y los ciudadanos prudentes y atemorizados, el secretario de Gobernación cree exigible que la sociedad tenga mayor participación en el combate al narcotráfico, pues según las nuevas teorías federales de las responsabilidades punitivas compartidas, la mejoría de los niveles nacionales de seguridad, tranquilidad y paz es un esfuerzo que tenemos que hacer todos.
 
Valiente en grados proporcionales a los niveles de protección que el erario le otorga, el licenciado Francisco Blake convoca a los ciudadanos desarmados, amenazados, chantajeados, secuestrados, torturados, destazados y asesinados para que se sublimen en sus posibilidades cívicas y que, ¡hombre, por favor!, nos sacudamos ese miedo.

La cantaleta participativa no es, sin embargo, solamente una muestra más de cinismo y frivolidad. Trata, es cierto, de diluir la responsabilidad del fracaso de la guerra contra ciertos cárteles del narcotráfico y de endosarle a cada uno de los mexicanos una porción de la derrota y el horror, como si fuese posible prorratear los paredones históricos. Pero a pesar del improbable éxito real de esa campaña de fumigación de temores (convencida como la gente está de que los oídos oficiales para recepción de soplos están controlados casi en su totalidad por los brazos vengativos de los mismos denunciados), el exhorto gubernamental busca dar sustento a una de las peores tretas usadas en esta fase intensiva de abolición de libertades, garantías y derechos: la denuncia anónima como falsa fuente de sustento de acciones policiacas y militares que sin respeto alguno a la canasta básica de la legalidad precalderónica hoy realizan allanamientos, detenciones, aprehensiones y ejecuciones al amparo simple de presuntos llamados telefónicos delatores que así se convierten en expedito recurso de sustitución procesal de la antigualla denominada estado de derecho.

No solamente la oficina de Bucareli, sino también las secretarías de la Defensa Nacional, de la Marina-Armada y de Seguridad Pública, así como la procuraduría federal de justicia, emitieron un comunicado conjunto en el que parecen estar dispuestas a sacudirse cualquier posibilidad de que, como diría Bush hijo (de su...) mediante uno de sus verbos bélicos favoritos, prevalezca el grupo delictivo denominado La Familia Michoacana. Sin sombra de duda, apenas camuflado entre una redacción burocrática, el gobierno felipista responsabiliza al de Leonel Godoy de los sucesos recientes en la entidad. Si no fuera absolutamente incapaz de enfrentar por sí mismo los problemas suscitados en su territorio, y si sus policías fueran confiables y no estuvieran en niveles de ínfima confiabilidad, no habría motivo para que la Policía Federal, el Ejército y los marinos intervinieran en Michoacán. Debilitado, según la visión oficial, el grupo familiar ha orillado a sus integrantes a adoptar falsos discursos de apoyo a los michoacanos, cuando en realidad su lógica operativa y criminal va en sentido contrario. Sin embargo, y a pesar de que estarían condenados a entregarse a las autoridades como último recurso, los miembros de La Familia recibieron un insólito homenaje conceptual, casi académico, del gabinete federal bélico al concederle a Nazario Moreno González, alias El Chayo, el título postmortem de líder ideológico abatido, según se asienta al final del décimo párrafo del boletín 628 http://bit.ly/exrtqa de la SG.

Ni ideóloga ni consejera de michoacanazos acepta ser la hermana Cocoa que ya ni siquiera utilizó términos puntualmente fraternos para referirse a Felipe, a quien describió más bien como su pariente. Léanse sus declaraciones de ayer: No tiene que ver conmigo, no tiene que ver con que el Presidente sea de aquí, me parece que es muy fácil decir que como yo soy su pariente, ahora sí yo le digo las cosas que hacer. El señor ése, de apellidos similares a los suyos, hijo del mismo padre y la misma madre, técnicamente susceptible de ser dictaminado como consanguíneo o carnal, no tiene nada que ver con ella, Luisa María llamada Cocoa, pues el pariente Felipe siempre ha tomado sus decisiones profesionales separadas y por cuenta propia.
¡Sopas, en un descuido y el pariente desobediente anda apoyando a otro precandidato y se desata una fraterna batalla a calderonazos! Allí está, por ejemplo, el senador panista Marko Cortés, quien declaró al portal periodístico www.lasillarota.com que la Policía Federal extorsiona a transportistas y comete violaciones a los derechos humanos en Michoacán, por lo que pide su salida para que solamente queden soldados y marinos que a su entender hacen las cosas notablemente bien, a diferencia de los subordinados de Genaro García Luna, de quien dijo desconocer la razón por la cual el Presidente lo sigue manteniendo en esa posición. ¡Ánimo, pariente Felipe, allí tiene un buen Marko decorativo para demostrar su independencia de familia e impulsar a alguien que no tenga fraterno sabor a cocoa!

Sacarse la vergüenza de encima es lo que por su parte propone el senador chucho-perredista, Carlos Navarrete, a partir del episodio de la ayuda logística y política a Julio César Godoy para que rindiera protesta como diputado federal a pesar de que había contra él indicios de lo mismo por lo que finalmente habría de desaforarlo un San Lázaro que incluyó a los arrepentidos legisladores del sol azteca. En este caso fuimos engañados, metimos la pata y nos avergüenza que incluso algunos diputados facilitaron su ingreso a la Cámara de Diputados, dijo el contrito Navarrete con dedicatoria al hotelero legislativo Alejandro Encinas y a los escoltas y casi porristas Guadalupe Acosta Naranjo y Rubén Moreira, eventuales candidatos a gubernaturas. Y, mientras se desgrana prematuramente el gabinete de Gabino Cué, ¡feliz fin de semana, con Greenpeace desmintiendo al pinolero que se había declarado superhéroe mundial de políticas ecológicas exportables!


jueves, 16 de diciembre de 2010


Insurgencias anunciadas
La Familia, ¿narcoguerrilla?
Una causa social
AMLO-MEC, debatir

La guerra electoral contra La Familia Michoacana está entrando en una fase de insurgencia como la advertida meses atrás por analistas y funcionarios estadunidenses. Al intento de aniquilamiento lanzado por Los Pinos en días pasados contra lo que se ha dicho que era una fiesta o reunión de mandos de la mencionada Familia se ha levantado una protesta abierta de ciudadanos que, a diferencia de lo sucedido, por ejemplo, en Monterrey, han concurrido a manifestaciones públicas con la cara descubierta y con notable participación de mujeres y niños. Ya antes se había advertido aquí lo que ahora se confirma: la peculiar organización michoacana tiene base social, un cierto sentido político y una clara estrategia de comunicación mediática, todo mezclado en un discutible batidillo de religiosidad, narcotráfico, autodefensa y, ahora, aires de reivindicación popular, al grado que uno de sus máximos jefes, Servando Gómez, apodado La Tuta, además de arengar a sus seguidores cual si de un batallón popular se tratara, se ha permitido la licencia académica de precisar: ...estamos en una causa justa, una causa social.
 
La eventualidad de que La Familia se convierta en una narcoguerrilla metería al gobierno calderonista en un escenario aún más complicado, pues hasta ahora las confrontaciones con los cárteles tradicionales han parecido firmemente definidas en términos, por un lado, de delincuentes que desean mantener la viabilidad de su negocio enervante y, por el otro, de representantes armados de un Estado que desea restablecer un supuesto orden jurídico en el país. Ni siquiera el famoso Mayo Zambada ha dado, en la famosa y controvertida entrevista con Julio Scherer para Proceso, notas o tonos que busquen darle a la actividad de los narcotraficantes una presunta justificación política o ideológica, mucho menos el sentido de la reivindicación social. Pero no faltan los ingredientes para elaborar proclamas de ese corte, pues en el fondo del problema del narcotráfico está la brutal injusticia social, caracterizada por la falta de empleos, seguridad social y oportunidades de ascenso, frente al brutal, ostentoso y subversivo enriquecimiento de unas cuantas familias o, abriendo el abanico, de un segmento reducido de la sociedad que se beneficia groseramente de la desigualdad nacional y con ello genera resentimientos, sublevación y venganzas.

Porque así fuera de verdad su esencia, o porque las circunstancias le han colocado en esa tesitura, la mencionada Familia Michoacana parece encaminada a intentar la fabricación de ese estandarte rebelde. Al estilo de las guerrillas tradicionales, en Michoacán se han producido, después del gran ataque federal centrado en Apatzingán pero extendido a más de una docena de municipios, asaltos a bancos y a negocios con disponibilidad de dinero en efectivo, en un aparente aprovisionamiento forzado de recursos para continuar lo que La Tuta planteó, según una grabación dada a conocer ayer por Carlos Loret de Mola, como una suerte de resistencia popular que en caso de sostenerse podría llevar a los gobiernos, el mexicano y el estadunidense, a desatar una embestida proporcional al grado de peligro que plantea esa insurgencia, tal como Hillary Clinton advirtió el pasado 9 de septiembre, al hablar ante el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington: En México y Centroamérica, la amenaza del tráfico está en algunos casos transformándose en una causa común que nosotros consideramos como una insurgencia.

Desde luego, las pinceladas de la Clinton tienen como objeto la creación de condiciones que faciliten la mayor injerencia de Estados Unidos en los asuntos de su vecino en llamas (un caso que impulsó a la jefa de la diplomacia gringa a hablar de insurgencia fue el estallido de un automóvil con explosivos en Ciudad Juárez). Equiparar a México con Colombia, y hablar de insurgencia, en el sentido de movimientos armados que buscan hacerse de un territorio y propiciar cambios de gobierno, ayuda a los propósitos de intervención abierta que ya se han manifestado durante el obamismo (el embajador Carlos Pascual es un impúdico opinante frecuente sobre asuntos internos de México, y Wikileaks ha confirmado el grado de control que las fuerzas gringas tienen sobre episodios clave de la guerra calderonista), pero que serán más fuertes a partir del rediseño del poder estadunidense con los triunfos del conservadurismo asustado por lo que pasa en el patio trasero y molesto por exabruptos de Calderón como aquella fanfarronería en el Capitolio al exigir que se cambiaran leyes de ese país para frenar el paso de armas a México. La Familia de los Republicanos tendrá en la de Michoacán un pretexto más para impulsar el asalto abierto de México.

Astillas

Marcelo Ebrard respondió ¿Por qué no? a la pregunta de Carlos Puig, en W Radio, sobre la posibilidad de debatir con Andrés Manuel López Obrador, y con ello abrió la posibilidad de una confrontación de ideas y proyectos que desde ahora divide a la comunidad de izquierda. En un sondeo tuitero realizado ayer por este tecleador, la gran mayoría de los opinantes consideraron que el tabasqueño debe aceptar la propuesta del capitalino, y que un debate profundo y respetuoso podría ayudar al reposicionamiento de las opciones electorales correspondientes a esa franja ideológica. Pero otros, los menos, estiman que la de Ebrard es una propuesta envenenada, que pretende llevar a AMLO a una exposición de la que sus persistentes impugnadores mediáticos seleccionen o manipulen pasajes para continuar con la larga campaña de desgaste...

Especial prudencia deberían tener los padres de víctimas de la violencia criminal cuando son llevados por políticos en el poder a escenarios en que el drama individual o familiar es convertido en materia de discursos y nada disfrazados lucimientos de los mismos que por indolencia, incapacidad o irresponsabilidad deberían estar en el banquillo de los acusados institucionales, y no en el tapanco o la mesa de las ceremonias complacientes... ¡Hasta mañana!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Tres golpes desaforados
Michoacán, criminales gobiernan
2012: baraja nueva
2011: cosecha prelectoral

El mismo día en que San Lázaro habría de desaforar a un emblemático diputado perredista, el comandante Calderón soltó tres golpes de coyuntura: descalificó totalmente al gobierno michoacano de Leonel Godoy, asumiendo que no es éste quien manda, sino el narcotráfico; anunció que para su relevo en 2012 él piensa en baraja nueva, en cartas incluso ajenas al gabinete; y dijo tener la intuición de que el año previo a las elecciones, el venidero, podrá recoger muchos de los frutos que se han venido sembrando en estos años.
 
Operación Cocoa, viento en popa. Fuego legislativo selectivo contra un diputado, mientras el país hierve de gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales y funcionarios federales tocados por el poder del narcotráfico, pero a los cuales no se les encuentran indicios telefónicos oportunos. Hipocresía justiciera con dedicatoria a los comicios del año entrante en la entidad natal de la Familia Calderón Hinojosa, donde la hermana Luisa María impulsa su candidatura entre el fragor de la guerra contra los narcotraficantes locales. PRD pillado entre sus contradicciones y vergüenzas tan sabidas: primero ayudaron al medio hermano incómodo a entrar al recinto oficial de los diputados federales y luego acompañaron a Godoy a una toma de protesta que en ese momento parecía victoria productora de sonrisas; ahora aceleran el desafuero del antes protegido, para no ser víctimas de la campaña de suciedad que se ha enderezado contra el cardenismo-perredismo de aquella entidad.

Acusaciones sin precedente, de un usuario del poder presidencial contra un gobernador en funciones: “En el estado de Michoacán debe gobernar la autoridad civil electa y no deben gobernar los criminales, por muy cuates o por muy simpáticos o por muy generosos. No puede imperar la ley de un cártel en un estado, debe imperar la ley del estado de Michoacán,  la ley federal, y eso es lo que estamos haciendo allá”. Ignorado por la administración federal en las operaciones militares contra La Familia, y con ello públicamente señalado como cómplice al que no se le puede confiar nada porque de inmediato daría la voz de alerta a los perseguidos, Leonel Godoy no debería permitir que la máxima voz del aparato federal hable así de él, de su gobierno. Pero el perredista parece tener una cola tan larga que no puede darse el lujo de tener la lengua suelta: apenas algunas protestas retóricas, superficiales, procesales, y, al menos en otras ocasiones, la sonrisa y la amabilidad ante el titular del poder ejecutante federal, tapetito negro y amarillo para el arribo de la oleada blanca y azul, sabor cocoa.

Es también de destacarse la insistencia reciente de Calderón en quitar fuerza a los esquemas tradicionales de postulación de candidatos presidenciales en el PAN. Ya antes había dicho que su partido podría proponer a un candidato ciudadano, y ahora desestima a los de por sí escuálidos personajes de segundo nivel que tratan de simular que tienen talla para ser aspirantes presidenciales (Cordero y Lujambio no crecen ni inflándolos; Vázquez Mota no goza del aprecio de la Casa Real ni de la corte bonsai; Creel nunca sería aceptado). Y es que el retorcido Felipe piensa en baraja nueva, y le confesó a Carlos Puig –de cuya entrevista con FC en XEW se han tomado las referencias utilizadas en esta columna–: Yo por mí qué bueno que todavía no lo entiendan así (que habrá naipes todavía sin usar) y que piensan que ya están tiradas las cartas. Cri cri cabalga de nuevo: allá en la fuente, había un crupier chiquito...

Otro dato interesante está en la intuición felipista de que en 2011 podría cosechar lo sembrado. Esas palabras fortalecen la hipótesis de quienes creen que la guerra contra el narcotráfico ha sido un problema intencionalmente creado por razones electorales, bajo la maquinación clásica de generar catástrofes de las que luego el propio promotor acabe disfrazándose de gran salvador. Si Calderón pretende albergar esperanzas de que su facción siga en el poder (y le blinde a él, su familia y su grupo de ejecutores, de las venganzas de cárteles que no podrían ser contenidos por una dotación ordinaria de militares asignados a un ex ocupante de Los Pinos), necesita demostrar en el tramo final de su sexenio, antes de las elecciones, que la muerte y el horror sembrados rinden algunos frutos más allá de lo macabro, sobre todo llevando a la cárcel a personajes centrales, uno de ellos largamente considerado como el gran protegido de los dos sexenios panistas, y estableciendo una paz negociada que los electores quieran conservar y que estaría en riesgo de romperse al menor contratiempo para ese felipismo de ansias y urgencias transexenales. 2011, el año de la cosecha previa a lo electoral (si es que ese equipo federal de tan malos resultados y peores características lograra llevar a buen puerto un plan tan complicado como sería éste).

Mientras, el Senado rechazó la terna enviada por Los Pinos para elegir nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a causa del empecinamiento del lic. FC de imponer a Rosa Elvia Díaz de León. Aun cuando era evidente que la favorita de Felipe no pasaría, el PAN no quiso aceptar a Lilia Mónica López, que había obtenido el mayor número de votos a favor, aunque sin alcanzar la cifra calificada que para esos menesteres se requiere. Ahora, el empeñoso Felipe deberá enviar una nueva propuesta, en un plazo de 30 días.

Y, con la vista puesta en la evolución que muestra la violencia en Michoacán, ahora con bandas de encapuchados que asaltan bancos y negocios importantes, y con una irritación social creciente contra los abusos de policías, soldados y marinos, ¡hasta mañana, en esta columna que se entera de que el PAN apuntala a su carta a futuro para Oaxaca, Eufrosina Cruz, a la que ya instaló como presidenta de la mesa directiva del Congreso de aquella entidad y ahora le nombra coordinadora de asuntos indígenas del comité nacional blanco y azul!

martes, 14 de diciembre de 2010


Laboratorio Michoacán
Elecciones bajo fuego
Adiós a Nuestro Padre
Obama, muy comprensivo

Michoacán muestra hoy los riesgos electorales de 2012. Balas y cárteles contra campañas y urnas. La amenaza y la ejecución como sustitutos de los procedimientos internos de los partidos para la postulación de candidatos. Las batallas entre facciones armadas como factor determinante del curso de los comicios. Regiones enteras sustraídas al control institucional. Los jefes de las banderías políticas impulsando a sus familiares o caballerangos (limpiando el camino, eliminando obstáculos) mediante el uso de sus alianzas con los grupos de amplísimo poder financiero y de fuego. Las Familias peleando a través de sus cárteles la definición de los resultados cívicos.
 
Así está hoy Michoacán. No se ha atacado a ningún otro grupo de narcotraficantes con la decisión y recursos que se ha hecho contra La Familia. Allí se inició, en diciembre de 2006, la guerra de Calderón contra el narcotráfico y allí parece cerrarse un círculo de exterminio, a un año de las elecciones a las que pretende concurrir la hermana del titular del Poder Ejecutivo o, con más precisión fúnebre, Poder Ejecutante. Calderón, es decir, la familia Calderón, pretende dinamitar el prolongado control del cardenismo en la entidad, un control que ha pasado por las siglas del PRI y luego las del PRD. En un escenario normal, el PAN llegaría a los comicios de 2011 con una desventaja sabida, vigente aún el recuerdo del General, activo e influyente el Ingeniero, acaso instalado como presidente nacional del sol azteca el Nieto.

Cosa distinta si el PAN, y la hermana candidata, se asumen como instancia de salvación de una entidad sumida en el caos inducido, como opción de mano dura, de virtual salvoconducto militar para una sociedad que durante décadas ha convivido sin demasiados sobresaltos con el mismo fenómeno social y económico del narcotráfico que seguirá existiendo mientras haya ávidos clientes transfronterizos pero que ahora ha sido transformado en pesadilla colectiva por estrategia calderonista. Guerra a la Familia operativa ajena, golpe directo a los Godoy, tanto al maltratado gobernador tibio como a su hermano involucrado (al que hoy todo indica que se le retirará el fuero legislativo), develación de datos laborales de La Tuta para demostrar protección estatal a un capo, y etiquetación, con dedicatoria a los oficios propagandísticos de Antonio Solá, del perredismo-cardenista como un peligro para Michoacán, al que podrá salvar la hermana predestinada, aunque sea con un 0.56 por ciento de diferencia. Michoacán, laboratorio bélico electoral.

La presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, ha declarado con solemnidad discursiva que el mencionado Calderón se comporta más como un apasionado presidente de partido que como jefe del Estado mexicano. Volátil, el presidente (del PAN) polariza al país y pronuncia discursos sesgados, dijo ante el Consejo Político Nacional de su partido la tlaxcalteca, a la que una parte de sus presuntos dirigidos le reprocha que sea demasiado condescendiente con el michoacano, al que pareciera tenerle estima por razones políticas o afinidades cantoras. Menos conceptual y más directo fue ayer mismo, por ejemplo, el senador Manlio Fabio Beltrones, al señalar que en Michoacán se ha visto a un gobierno estatal que ha sido ignorado por las autoridades federales, y esto no se debe permitir, pues esa falta de coordinación es aprovechada por los delincuentes. El sonorense también exigió al licenciado Calderón que ponga, mediante acciones rápidas, un alto a quienes han propiciado el alza en el precio de la tortilla.

Más que ignorado habrá de ser de ahora en adelante el difunto sacerdote Marcial Maciel, a quien muchos legionarios de Cristo se referían con jactancia como Nuestro Padre, en una elaboración retórica que pretendía remarcar la condición de pueblo económicamente elegido, de hijos exclusivos de un maravilloso progenitor clasista. El Vaticano ha ordenado una purga de todo lo que se refiera al defenestrado cura ya muerto. Toda referencia pública a él, incluidas fotografías en solitario o en compañía del papa Juan Pablo Segundo, deberán ser retiradas, y sus libros y textos no estarán disponibles en instalaciones de los legionarios. Ahora, será nada más el padre Maciel, sin el pronombre posesivo tan sonoramente pronunciado antaño, sin veneraciones públicas, si acaso las que en privado alguien quiera realizar.

En cortito, vía telefónica, Felipe Calderón asegura haber expresado preocupación y protesta a Barak Obama por lo que dicen algunos cables diplomáticos dados a conocer por Wikileaks. Algo así habría sucedido, según la unilateral versión dada a conocer por Los Pinos: Externé, desde luego, mi preocupación y protesta por ciertos contenidos que provienen de sus propias agencias norteamericanas (sic) que, de ser ciertos tales comunicados, son imprecisas. El presidente Obama mostró una gran comprensión y dijo que lamentaba muchísimo la afectación que había provocado a México este tema. Ah, muy bien. La soberanía nacional puede ir en paz, la Casa Blanca ha determinado. Gran descanso nacional: el jefe formal del aparato de entrometimientos trasnacionales muestra gran comprensión  y lamenta muchísimo los daños causados. No, pos sí. ¡Viva México!

Y, mientras este tecleador ha terminado de hacer varias planas a mano con la frase: Petacalco no pertenece a Michoacán, sino a Guerrero, luego de haber afirmado lo contrario en anterior columna, y en tanto los médicos de todo el país apoyan la protesta de sus colegas de Ciudad Juárez para quienes constituye riesgo de muerte violenta el ejercicio de su profesión, ¡hasta mañana, en esta columna que propone al Congreso de Tamaulipas para recibir el premio nacional a la complicidad más rápida, al aprobar ayer en 13 minutos 252 cuentas públicas, entre las cuales iban las de la universidad autónoma estatal, del instituto electoral, de decenas de municipios y de las siempre saqueadas oficinas reguladoras del servicio de agua potable!

lunes, 13 de diciembre de 2010


Quique y Marcelo: peregrinos
Salinas: estabilizar
Papeles trastocados
Echar la sal

Peregrinos en Guerrero, Marcelo Ebrard y Enrique Peña Nieto comparten penitencias. Han ido a la tierra del figueroísmo redivivo en busca de votos para los candidatos locales que suponen les reportarán beneficios electorales en 2012, y en el camino arriesgan sus haberes discursivos para pintar de regios colores las pobres vestimentas de la tragedia comicial del México de hoy. El jefe del gobierno capitalino hace como que el flamante ex priísta Ángel Aguirre Rivero constituye una opción opositora, de exterminio del priísmo, para brincar de esa plataforma falsa al planteamiento optimista de que las alianzas partidistas constituyen veneno para el dinosaurio de tres colores que tan vivito y coleando está que ahora hasta se permite el préstamo de saldos inviables para que sean usados como antipriístas. Peña Nieto, por su parte, trata de ponerse fríamente institucional a la hora de deslindar la amistad que ha tenido con el ahora opositor, el citado Aguirre Rivero (quien ya fue gobernador interino de Guerrero, obviamente a nombre del PRI, activamente en contra del PAN y el PRD que ahora le ungen) y asegurar que todo su apoyo está del lado del formalmente priísta, Manuel Añorve Baños.
 
Como puede verse, el PRI en Guerrero gana con cualquiera: con el fiel Añorve o con el desertor Aguirre. Serían distintos los bandos ganadores dentro de la compartimentación mafiosa, pero nada más. Bailadores unos, mientras otros esperan sentados, pero la música y la danza son las mismas. Clarísimo lo tiene el gran jefe nacional de la cruzada por la restauración priísta, el cada vez más activo licenciado Carlos Salinas de Gortari que busca estabilizar la contienda por 2012, entre otras cosas al sujetar al grupo de competidores a un ámbito controlable, civilizado, que permita arreglos de última hora, maniobras convenidas y exclusión de elementos disonantes, sobre todo si sus aires son tabasqueños. Salinas que en reciente entrevista le plantó a Ebrard una suerte de beso del diablo, al encomiar su desempeño al frente del gobierno capitalino, como si aún fueran Marcelo, y el gerente Camacho, parte de su cuadrilla política. Profesional y comprometido sería el perredista Ebrard, según San Carlos echador de sales, ante lo cual el presunto beneficiado no giró agradecido acuse de recibo, pero tampoco se aplicó rituales de exorcismo. En todo caso, ayer trató de fijar la tutoría del ex presidente incómodo en el copete toluqueño y no en la bicicleta chilanga: Salinas es el principal promotor de Peña Nieto, denunció, como para decir, sin decir, que no lo es de él, el propio Ebrard. Pero sin deslinde tajante, sin confrontación firme, sin respuesta inequívoca: más bien, dejando que las cosas fluyan, con la esperanza de que al final sea esa misma mano mecedora de cunas la que delimite el espacio de la contienda electoral viable y ayude a definir al ganador que a su vez pague favores a los adversarios conforme a la contribución que hayan hecho al buen desarrollo de la obra teatral programada.

En otro recinto actoral, entre las butacas y deseoso de revivir viejas glorias, el primer actor durante el foxismo, Santiago Creel, se empeña en jalar reflectores a sus parlamentos poco actuales. Desesperado, se deja llevar por la fanfarronería para ganar espacios mediáticos: dice que él puede ganarles a Peña Nieto y a Ebrard, cuando en el pasado, cuando su jefe Fox tenía el sartén por las botas, no le pudo ganar al Felipillo Hildebrándico en las elecciones internas de Acción Nacional. Por lo pronto, Creel (cree él) se postula precandidato a la Presidencia, dispuesto a competir con las rezagadas cartas del calderonismo (Cordero-Sedesol y Lujambio-SEP), todos bajo el riesgo de que a última hora el ocupante de Los Pinos ordene que el partido blanquiazul se abra a las candidaturas ciudadanas de entre las que destacaría la que desde ahora es señalada como favorita del felipismo, la de Juan Ramón de la Fuente.

En Michoacán también se trastocan papeles. La presidencia municipal de Apatzingán pretendió realizar ayer una marcha de ciudadanos en demanda de paz que terminó transformada en un acto de apoyo a La Familia Michoacana y a su jefe recientemente abatido –según versión de la administración federal, sin prueba alguna, hasta el momento–, Nazario Moreno González, conocido como El Chayo. Entre los manifestantes aparecieron pancartas y mantas de apoyo a esa organización y a ese personaje, mientras en otros municipios michoacanos (Petacalco, por ejemplo) eran colocados mensajes similares. En Morelia, mientras tanto, una manifestación vespertina de presuntos autotransportistas demandó que la Policía Federal salga del estado. Todo, en espera de conocer el verdadero saldo de las incursiones de soldados, marinos y policías federales en varias comunidades de la entidad, en la selectiva embestida contra un cártel regional.

La violencia ha llegado incluso a zonas antaño intocables. En Tecalitlán, Jalisco, se produjo una balacera durante una fiesta religiosa, lo que dejó once muertos y más de veinte heridos. En tiempos salinos, el cardenal Juan Sandoval protestó así: Pues que respeten siquiera las cosas sagradas para que no se echen la sal, que no se salen. De por sí que andan cometiendo grandes crímenes y si todavía perturban las cosas de Dios, las cosas religiosas, ellos se echan la sal. El jefe católico dijo que en México hay mucha corrupción y engaño, así como tanta violencia inexplicable, de una guerra no declarada, por lo cual se preguntó y se respondió: ¿cuál es la razón más profunda de esto?... es que no hemos aceptado el mensaje de la Virgen en serio.

Y, mientras el gobierno priísta-monrealista de Zacatecas anuncia que se iniciará otro paquete de auditorías a la administración de Amalia García, y que pronto se dará a conocer un cúmulo de irregularidades encontradas en la Oficialía Mayor del pasado gobierno perredista, ¡hasta mañana, en esta columna que ve amenazada la estabilidad gastronómica a partir de los golpes a la paridad tortillera!

viernes, 10 de diciembre de 2010


¿Y dónde está (Feli) piloto?
Familias y EstaFa
Cifras rasuradas
Choque electoral

Candil de Cancún y oscuridad de Michoacán: el capitán Calderón (CC) regaña a los pasajeros de la aeronave del cambio climático porque no se ponen de acuerdo sobre quién debe asumir el control a pesar de que van a estrellarse, pero no asume que en el país entero, y en regiones específicas como la que tiene su capital en Morelia, el avioncito institucional está en llamas y las pistas de aterrizaje han sido tomadas por batallones de un narcotráfico no oficial (La Familia, en el caso) que cada vez se mueven más con sentido político y con aire marcadamente retador ante las fuerzas del Estado Fallido (EstaFa).

Cambio climático, pero también cambio político: el gobierno calderonista sigue ocultando información y trata de convencer de que no pasa nada grave, mediante boletines de prensa y manipulaciones del periodismo que se mueve a conveniencia. Según esos reportes benignos, mueren más personas en algún pleito breve de cantina que a lo largo de horas de enfrentamientos entre militares y narcotraficantes. El simple uso de armamento pesado y el largo tiempo de confrontación haría pensar a cualquiera que el saldo rojo debería ser mucho más alto (18 horas de confrontación, en cuando menos 12 municipios; lo más pesado en Morelia y Apatzingán, a la hora de teclear estas letras), pero la consigna informativa oficial busca escamotear las cifras reales para no engrosar las estadísticas fúnebres del sexenio y para simular una situación bajo control (cuando menos mediático).

Lo peor (EstaFa) es que tras el fuego entre soldados y La Familia hay proyectos electorales en juego. El muy clientelar perredismo-cardenismo de Michoacán se ha asentado en las estructuras regionales de poder que largamente han sido infiltradas y dominadas por el narcotráfico. La Familia es, desde esa perspectiva, un brazo armado o el poder real, según se quiera ver, pero evidentemente no se puede aspirar a ejercer una cierta coordinación política o de gobierno en esa entidad si no se toma en cuenta el peso y la fuerza real de factores como la mencionada Familia. Contra esa urdimbre histórica –agravada en las dos administraciones recientes, la del ahumado Batel y la del subordinado hermano Godoy–, el calderonismo sostiene un plan de combate que busca debilitar la base electoral del PRD y sus afluentes económicos no oficiales, y abrir paso a una presunta alternativa de cambio, la de la hermana Cocoa –Luisa María Calderón Hinojosa– que ha hecho precampaña en sintonía con las acometidas policiacas y militares del comandante Felipe: el michoacanazo como emblemática prueba del uso del aparato federal para desahogar pasiones partidistas.

Una consecuencia de esas divergencias crecientes ha sido de nueva cuenta el actuar en solitario de las fuerzas calderonistas, que no informaron a las estatales de las operaciones en curso, según ha dicho el secretario general del gobierno local, Fidel Calderón. De la misma manera en que fue desarrollado el michoacanazo, soldados y policías federales cayeron ayer en diversos puntos de la entidad para enfrentar a miembros de La Familia, en congruencia con la extendida percepción federal de que advertir a los estatales de lo que se va a realizar significa dar aviso a los narcotraficantes para que huyan. La mencionada Familia, ha de señalarse, se mueve cada vez más con guías políticas, ya no solamente con la tosudez de las armas y las amenazas. Por razones que Wilkileaks algún día de estos tal vez devele, ciertos grupos del narcotráfico, en especial La Familia, parecen contar con especialistas en manejo de medios de comunicación y en estrategias políticas, al grado de que la banda michoacana propuso al gobierno federal en semanas anteriores el establecimiento de una tregua durante la temporada Guadalupe-Reyes, para dar a los pobladores la seguridad de que no habría enfrentamientos. Tal ofrecimiento era obviamente inaceptable para una administración federal que no puede otorgar rango de interlocutor a un cártel, pero así La Familia aprovechó para posicionarse como un grupo preocupado por la población, deseoso de evitar sangre en temporadas tan especiales, pero obligado por la incomprensión federal a seguir guerreando.

Y, mientras tanto, el licenciado Calderón sigue en Cancún, en guerra contra el cambio climático y regañando a los delegados de otros países que nomás no se ponen de acuerdo en tomar el control de la nave mundial ni porque es evidente que se van a estrellar. ¡Qué necios, ignorantes y dañinos: verdadero peligro para el mundo!

Astillas

Que dice unapersona que cobra como comisionado del felipismo para asuntos de Ciudad Juárez, Abelardo Escobar, que los habitantes de esa ciudad mártir van recuperando la confianza en las instituciones federales y en sus planes de combate al narcotráfico. Debería el atrevido declarante presentar sus estudios y documentos a los médicos fronterizos que cotidianamente sufren amenazas, secuestros, lesiones y asesinatos y que se han manifestado en estos días para denunciar su terrible situación... Los diputados federales han establecido que la educación preparatoria es obligatoria, con lo que aumenta el número de rubros que según la visión oficial deben cumplirse aunque es evidente que no sucede así: todo fuera como legislar, aunque la realidad vaya por otro rumbo... Gustavo Madero va demostrando rápida afinidad con Germancito y Cesarín: como si Los Pinos lo hubiera regañado, en cuestión de horas se ha echado para atrás respecto a que tal vez los tiempos empiecen ya a ser convenientes (...) para que las panistas y los panistas con interés en 2012 tengan una mayor exposición, trabajo y proyección (...) los tiempos se empiezan a acomodar ya. Ayer, Madero 2010, para no quedar en línea con Fox, dijo que siempre no, que mejor los aspirantes se concentren en los asuntos que le pueden cambiar la vida a la gente y no en aquellos que los distraigan... Y, mientras el peñanietismo se preocupa por la posibilidad de que Encinas sea candidato, y le trata de cerrar la puerta jurídica, ¡feliz fin de semana (guadalupano)!


jueves, 9 de diciembre de 2010


Premios a lo peor
Cecilia, la secretaria migrante
El profesor Tuta
Feminicidios en Edomex

La atención pública es concentrada en los entretelones macabros de la búsqueda de los restos óseos del asesinado Hugo Wallace y en los pliegues familiares y criminales del adolescente ejecutor apodado El Ponchis, mientras en el arranque del sopor navideño la piñata de los regalos políticos es reventada a golpes de cinismo e irresponsabilidad.
 
Tal como se preveía, la yunquista Cecilia Romero ha pasado de los trenes de la muerte y del maltrato criminal a migrantes a la secretaría general del comité nacional panista. Como si nada, sin castigo alguno, políticamente triunfadora, la ex directora del Instituto Nacional de Migración es ahora la segunda funcionaria en importancia del partido (todavía) en el poder. Por unanimidad, los 40 integrantes del CEN del partido blanco y azul formalizaron la exoneración política de quien tuvo que dejar su cargo federal luego de la matanza de decenas de migrantes centro y sudamericanos encontrados en un rancho tamaulipeco, lo que solamente fue un nutrido botón de muestra de la diaria agresión mexicana a ese tipo de viajeros indocumentados.

Dicha es la suerte de los funcionarios calderonistas que cometen desde faltas administrativas hasta pillerías descaradas o actos criminales: se les sostiene en el cargo hasta donde es posible y, si fuera necesario quitarlos del puesto, se les busca acomodo similar o superior, para que se mantenga la unidad mafiosa en la cúpula. A Juan Camilo Mouriño solamente la muerte lo retiró de la carrera de acumulación de riqueza pública en cuentas personales y familiares, pues su protector jefe lo sostuvo a pesar de las evidencias de esos conflictos de intereses y tráfico de influencias. A Juan Molinar Horcasitas se le llevó a la jugosa Secretaría de Comunicaciones y Transportes a pesar de su responsabilidad en el manejo del Seguro Social y en específico de las guarderías que luego acabaron en incendios y muertes infantiles, como sucedió en Hermosillo. A la ex jefa de la oficina de Calderón, Patricia Flores, se le ha promovido a otros cargos –estratega de la campaña de Roberto Gil por la presidencia del PAN, empeño frenado en seco por la señora Margarita que cada vez toma más control y presencia, ante la languidez de su emproblemado esposo– e incluso se ha buscado que ocupe una embajada importante, a pesar de la insistente versión de manejo fraudulento de fondos públicos a su cargo para celebraciones bicentenarias y centenarias. Y a la panista que durante años sostuvo la corrupta red criminal del Instituto Nacional de Migración –extorsiones por sistema, agresión a los viajeros, complicidad con policías estatales y federales para hacer negocio con quienes en su mayoría son centroamericanos– y a la que estalló el escándalo internacional del rancho San Fernando, se le lleva ahora al segundo nivel panista, pa’ que aprendan a respetar.

Miles de millones de pesos derrochados sin verdadero control administrativo en la guerra contra el narcotráfico, 30 mil muertos después y cientos de miles de mensajes electrónicos de voz sombría anunciando éxitos y capturas de primer orden, y el aparato gubernamental belicista no es capaz de detectar que uno de sus principales adversarios está registrado como profesor en Michoacán y devenga sueldo: Servando Gómez Martínez, La Tuta, uno de los jefes de La Familia, está localizable cuando menos en documentos oficiales, pero ni los servicios de inteligencia ni García Luna Productions encuentran al profe Tuta en los dominios de Los Hermanos Godoy.

Enrique Peña Nieto gasta diariamente carretadas de dinero público para promover su imagen y encaminarse a la candidatura presidencial de 2012, mientras en el estado de México aumentan los asesinatos de mujeres, sin que haya castigo más que en pequeña proporción y siempre todo sujeto a que sean creíbles los resultados que ofrece un gobierno cuyo signo justiciero distintivo se ha perdido entre los huecos de camas de marca Paulette. Cada vez hay más trata de blancas, violencia sexual y crímenes contra mujeres en el estado de México, sobre todo en los municipios de Nezahualcóyotl, Tultitlán y Coacalco, sin que los gobernantes tengan más ojos que para campañas electorales y futurismo. Ayer, por ejemplo, se conoció con gran imprecisión oficial del descubrimiento del cadáver de una estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de México, Karla Jazmín Rueda Servín, que en Twitter usaba el nombre de @darkajim y que había desaparecido desde el pasado 19 de noviembre, cuando salió de su casa en Toluca rumbo al Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, de Ciudad Universitaria, donde tomaría clases. A pesar de que en las redes sociales se exigió información clara sobre el asunto, las autoridades mantuvieron un silencio que parecería augurar que la muerte de la alumna es una más de la cadena sin castigo que se ha producido en la entidad cuyo mandatario está ávido de otro tipo de reflectores, no del que corresponde a la exigencia de freno a esos asesinatos.

Hortensia Aragón, la secretaria general del comité nacional perredista, ha dicho, mientras tanto, que no es impensable una alianza entre el partido del sol azteca y Acción Nacional, y ha planteado lo que pareciera encajar en el ánimo del gran jefe aliancista, Felipe Calderón: la posibilidad de que las siglas antitéticas se fundan en un abrazo ciudadano postulando a alguien ajeno a ambas organizaciones, un hombre sin partido. Ya en esta columna se ha documentado antes el entendimiento político entre Calderón y Juan Ramón de la Fuente, de tal manera que con esos posicionamientos colaboracionistas de quien ocupa el segundo cargo en importancia en la estructura formal del perredismo, la mencionada Aragón, se fortalecen las especulaciones de que contra el salinismo penañietista se levanta el frente zedillista calderonista con De la Fuente como contracara bonita.

Y mientras, para zafarse con cierto decoro, Yeidckol aprovecha la rendija que le brinda Alejandro Encinas, al hablar éste de la posibilidad de aceptar la candidatura al estado de México, ¡hasta mañana!


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Jaloneos palaciegos
Señora Margarita y Yunque
Encinas, reconsidera
Solidaridad con Güiquilics

Perdido entre pleitos palaciegos, el ocupante de Los Pinos disminuyó de manera grotesca su capacidad de maniobra en las decisiones del partido que hasta ahora había manejado como asunto personal –imponiendo como líderes a personajes absolutamente impresentables, como Germán Martínez y César Nava–. Indeciso, equívoco y falsamente astuto, Felipe Calderón jugó entre dos aguas, haciendo como que apoyaba al senador Gustavo Madero, cuya autonomía a la hora de anunciar su candidatura le generó recelos, y lanzando como peleador emergente al novato Roberto Gil, cuya única fuerza acabó siendo ese peculiar empuje presidencial a medias. Al final, los ganadores fueron la señora Margarita (quien apadrinó a Madero, en clara reyerta política con Patricia Flores, la ex jefa de la oficina de Calderón que encabezó la estrategia oficialista en favor del derrotado Gil, cuyo grupito quedó sin representación en el comité nacional) y el grupo clandestino ultraderechista El Yunque, que en un exceso de irresponsabilidad, apostando a la desmemoria colectiva nacional e internacional, pretende instalar como secretaria general del comité nacional panista a Cecilia Romero, la ex directora del Instituto Nacional de Migración que hubo de renunciar, sin mayor castigo, a ese cargo luego de la matanza de decenas de viajeros centroamericanos sin documentos en un rancho del norte del país.
 
La parcial derrota de Calderón a manos de sí mismo tiene consecuencias directas en el proceso de selección del candidato panista a la Presidencia de la República en 2012. La familia Zavala Gómez del Campo –que no necesariamente mantendrá fidelidades cuando se agote el poder de la marca felipista– aparece en la misma ruta del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, mientras el grupo derrotado, sobre todo la piedra de tropiezo en que se ha constituido la antes todopoderosa Patricia Flores, apoya al de Educación, Alonso Lujambio, y El Yunque trata de inflar a algunos de sus poco afortunados gobernadores, como el de Morelos, Marco Antonio Adame, y negociar postulaciones en entidades claves como Guanajuato, donde el gobernador Juan Manuel Oliva está obstinado en dejar sucesor (Miguel Márquez Márquez, el M3, secretario estatal de desarrollo social, ya en campaña casi abierta), mientras los yunquistas impulsan casi a título de rebelión interna a uno de sus cuadros más eficazmente siniestros, Gerardo Mosqueda, que fue secretario de gobierno y al que Oliva hizo renunciar cuando dio a conocer sus aspiraciones sucesorias.

Lujambio se defendía ayer de la parte de responsabilidad que le toca en el desastre educativo documentado ahora por la OCDE en evaluaciones a las que los intérpretes oficiales tratan de encontrarle ángulos positivos cuando la realidad apabullante es el descenso de la calidad nacional en esa materia, entregado como está el sistema público de educación a los intereses del aparato sindical electoral dirigido por Elba Esther Gordillo, aliada en la consecución de votos oscuros para el lánguido panista de 2006 que luego no ha hecho más que pagar al mapachismo magisterial los favores recibidos, incluso mediante la ostentosa designación del yerno de la citada profesora como subsecretario de Educación Básica: la iglesia educativa en manos de Elba Esther Lutero.

Vaivenes electorales también se dan en el caso de Alejandro Encinas, a quien de pronto le ha surgido el deseo de atender las exhortaciones múltiples que dice le han hecho perredistas y ciudadanos en general para que acepte la candidatura a gobernador del estado de México. Apenas el 30 de noviembre pasado, el actual diputado federal semichucho decía, según puede verse en http://bit.ly/dWXauK, que evidentemente me faltan cinco meses para acreditar la residencia en el estado de México, y ante el riesgo de ser bajado de la candidatura por los tribunales electorales, prefería abstenerse de participar. El ex jefe del gobierno capitalino precisó: en lo personal creo que sería muy irresponsable no solamente generar una falsa expectativa en mis compañeros de partido, sino también una posible frustración al momento de que se negara el registro y, la verdad, muchos me cuestionarían que sabiendo yo que podría correr esta situación sería muy irresponsable participar y por eso prefiero enfrentar mis decisiones estrictamente como lo he dicho siempre de manera personal y no poner en manos del Tribunal Electoral del Estado de México o en manos del tribunal federal la definición del candidato de la izquierda del estado de México. Pero ahora Encinas ha anunciado que reconsidera sus circunstancias y que podría aceptar una candidatura, sin alianza con el PAN, por el PRD.

Reconsideración no ha habido en las tretas judiciales con que se pretende frenar la revolución informativa que con impacto en la política mundial ha desplegado Julian Assange desde su sitio Wikileaks (güiquilics, tal vez con su necesario verbo: güiquiliquear). Habrá de verse el desenlace de la presentación necesaria, y respectivo arresto, que ante autoridades judiciales británicas hizo el hombre que con su trabajo ha llenado planas de periódicos de todo el mundo y ganado destacada presencia en medios electrónicos. Los ánimos de silenciamiento a ese sitio y ese personaje provienen de las más disímbolas plataformas internacionales de poder, pero ya hay un sucesor al frente del trabajo informativo, se multiplican los espejos de Internet que reproducen material para impedir su eventual supresión, se han enviado archivos a distintos internautas para ser abiertos en caso de que algo suceda a Assange y, por ejemplo, en Twitter, se ha convocado a que hoy no se use ese servicio en protesta por las manipulaciones hechas para impedir que entre los asuntos más relevantes del día estén los relacionados con Wikileaks y Assange.

Y, mientras el PAN revienta la sesión del Senado en que se aprobó en lo general la llamada ley antimonopolios, y Fox apremia a los panistas a realizar destapes, ¡hasta mañana, con Javier Lozano avalando la nueva elección de Martín Esparza al frente del SME!

martes, 7 de diciembre de 2010


"Agarrense"
Ebrard: oportuno premio
Pleitos por el PAN
Gran mural sangriento

Previo activismo interno para disfrazar el previsto fracaso externo: promoción personal sobre temas domésticos para aparentar mundiales logros climáticos. Felipe cupularmente desairado en la reunión de Cancún, que echa bronca días atrás a los ausentes líderes mundiales que con supuesto radicalismo estarían tensando el diálogo internacional sobre el tema e impidiendo el arribo a acuerdos importantes que seguramente nomás por eso no se alcanzarían. Felipe suplicante de que le echen la mano para conseguir algo en esa sesión de turismo diplomático de medio pelo que no servirá más que de poco. O de mucho, en el terreno neto de los discursos y las promesas calderonistas que sabidamente suelen tardar en convertirse en realidad y, con frecuencia, acaban solamente en exaltaciones retóricas sin aterrizaje posible. Una y otra vez ha demostrado la actual administración de la casa de huéspedes Los Pinos su escasa capacidad para tener buenos resultados en las sesiones internacionales que organiza, pero ahora la burbuja por reventar está siendo desplazada de la atención pública por una movilidad menor, local, de corte intimista: guerra a los focos incandescentes en el país, si es que no podemos lograr mejores apagones internacionales; créditos para casas de corte ecológico, con poco consumo de energía eléctrica, para quedar convencidos de que se está transformando el hábitat. Cierto es que no será movido el mundo, pero hay vértigo en autos de carreras eléctricos a cuyo abordaje, sólo para efectos fotográficos, el generador de las peores emociones oscuras de México advierte lo que no hizo al principio de su asalto al poder: ¡Agárrense, que ahí vamos!"
Marcelo Ebrard encuentra sus mejores notas en ese mismo plano internacional. Ya fue anfitrión de alcaldes de todo el mundo que en retribución le invistieron de cierto rango de representación provisional, y ahora ha obtenido una designación oportuna –como si la hubiese adquirido para efectos políticos– de parte de una publicación estadunidense especializada en asuntos de esos gobernantes citadinos. Suele haber tal suspicacia respecto a los criterios y procedimientos utilizados para la asignación de ciertos premios o distinciones a personajes públicos, sobre todo en los casos de aquellos dotados de presupuesto utilizable de manera triangulada, o no tan evidente, para promoverse, que en su página de Internet la propia Fundación City Mayors advierte que no tiene asociación alguna con ciudades u organizaciones y es dirigida de manera estrictamente no lucrativa, y por esta razón NO busca patrocinios, anuncios, suscripciones, donaciones o cualquier otra fuente de ingresos, mismos que serán rechazados en caso de ser ofrecidos. Haya sido, pues, como haya sido, esa fundación ha irrumpido en el escenario político nacional para considerar a Ebrard ni más ni menos que como el mejor alcalde del mundo en 2010.

El más reciente usuario familiar de la gloria maderista de Francisco para efectos de apariencia democrática (ni modo que revolucionaria), el senador panista Gustavo, no parece encaminarse al logro de alguna distinción importante como presidente del comité nacional panista. Apenas se ha instalado en la silla del mando partidista y ya tiene encima las acusaciones de mentir y traicionar pactos políticos con el más reciente invento de Los Pinos, el diputado federal Roberto Gil (que ya antes creyó estar encaminado a ser secretario de Gobernación, para lo cual dejó su curul y se acomodó como subsecretario en espera de la caída de Fernando Gómez Mont; expectativa fallida, pues el jeFe Lipe sacó de Mexicali al licenciado Blake para llevarlo a Bucareli).

Ahora, el joven legislador volvió a ser chamaqueado, tanto en la fabricación de su insustancial candidatura, movida por un equipo de miembros del circulito íntimo de Los Pinos, como en la declinación a favor del nuevo Maderito que hizo como que le daría cargos al grupo de Gil y a la hora de la hora nomás no otorgó nada. Sin habilidades políticas notables, capacidad discursiva o profundidad ideológica, Gustavo solamente tiene como distintivo el apellido (como lo tuvo Pablo Emilio Madero Belden, que fue candidato presidencial del PAN, al que luego renunció públicamente). Pero igual y más delante alguna fundación caritativa le nombra político del año, o de la década.

Triste premio a la perseverancia puede verse en el caso de la madre del asesinado Hugo Wallace. Decidida a hacer lo que las autoridades no hicieron, se dedicó durante años a impulsar las indagaciones sobre el caso que personalmente le correspondía pero, al mismo tiempo, a organizar la denuncia e investigación de hechos similares. Llegada al punto de que ya ha sido detenido el principal responsable de ese crimen, y se busca el lugar donde habrían quedado parte de los restos de quien fue asesinado de manera despiadada, lo cierto es que la madre ejemplar no parece estar encaminada ni siquiera a la obtención de justicia formal, jurídica, pues tanto los cuerpos policiacos como el propio acusado parecieran moverse en planos gelatinosos, convenidos, sabidamente ajenos a consecuencias graves, habida como es la preponderancia de la impunidad en este México desfondado, ajeno ya el corazón colectivo a los latidos de dolor de una sola persona, convertida la Patria en un coro de lamentos, sin que un horror más parezca sino una nota extra del día, un detalle del gran mural sangriento.

Astillas

Lo menos que podía hacer la PGR era apelar en el caso de la llamada Reina del Pacífico que ha sido declarada inocente de las acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero que la llevaron a la cárcel mexicana de la que, en todo caso, la justicia estadunidense la reclama… Ponchis es la confirmación de la desgracia generacional de nuestro país, del futuro de violencia acumulada que estos años de guerra calderonista han provocado en niños y adolescentes... Y, mientras se reactivan los coqueteos aliancistas entre PRD y PAN, ¡hasta mañana, en esta columna que ahora ve cambiar los mecanismos laborales antes adversos a Martín Esparza!


lunes, 6 de diciembre de 2010


Los Vinos
Pan-Gobierno
Un Maderito
Aerosol G-8
ABC: 18 meses

Uno de los candidatos a presidir el PAN predicó en el desierto contra lo que a su entender es un vicio deformador de la buena marcha de su partido: los panistas-vino. Ausente de esa clasificación estuvo cualquier referencia a los excesos de consumos líquidos que según versiones hasta ahora muy extendidas, pero no científicamente comprobadas, serían signo característico de las tardes, noches y madrugadas de algunas burbujas de poder: no, los panistas-vino serían, según explicó la senadora Blanca Judith Díaz (la rival más débil en la lucha por suceder a Césarin Navalú), aquellos que fueron empadronados circunstancialmente para apoyar determinada candidatura, militantes con etiqueta del momento de su cosecha, que ingresaron cierto año para impulsar a un aspirante específico y sanseacabó, pero también panistas-vino en cuanto a conjugación verbal, pues sólo vinieron por su chamba o por su contrato en la administración pública, presuntos militantes del partido blanquiazul que cuando son convocados a actividades partidistas te contestan que ellos sólo ingresaron para participar en la campaña de quien fuera su padrino político, y perdemos elecciones, porque no hay ni uno que quiera servir cuidando una casilla. Pero ni quien escuchara y atendiera ese crudo reproche, perdidos como andaban los catadores de la grilla pino-lera en los vértigos de la elección del nuevo gerente nacional.
 
En ese catálogo de panistas-vino, la Casa Madero presentó un producto de tem-porada a partir de la fermentación, accidentada en su tramo final, de uvas de la variedad Calderonet Sauvignon, alojados esos caldos en agujeradas barricas de pinos blanquiazules. La cosecha Gustavo Madero apareció así ofreciendo a la vista una impresión pálida, tenue, de poca consistencia, y en nariz presentó signos de descomposturas de la materia original, contaminado el proceso de elaboración por los zigzagueos y embozos que mezclaron la idea original con la uva Roberto Gil, de oportunismo impulsado también desde barricas pinoleras, con la que el dueño de la cava pretendió soprender, llevando al mercado un nuevo elemento en cuanto a apariencia, aunque igualmente sometido a los dictados de la casa productora, para desplazar al inicialmente impulsado, el Madero, o rendirlo mediante estos juegos de mercado a un dominio mayor. Finalmente, la Casa Madero produjo un nuevo Maderito, el utilizable Roberto Gil hizo berrinche, la hermana Cocoa se coló al CEN para desde allí afianzar su michoacanazo, y los panistas fueron nuevamente exhibidos en su dependencia extrema de lo que decida la casa Felipe, Los Vinos.

Una especie de embriaguez política hace, a su vez, que Jesús Ortega se muestre adicto a la silla de presidente nacional del PRD de la que, según sus opositores, aglutinados bajo la etiqueta G-8, más sugerente de productos insecticidas que de etílicos, debería estar por despojarse ya, aunque, aferrado a la costumbre convertida en vicio, pretende mantenerse en ella por varios meses más. Los ingredientes constitutivos del aerosol G-8 han anunciado medidas fuertes contra el ensillado, incluso la toma del edificio donde despacha el mencionado Ortega, ante lo cual éste ha responsabilizado de eventuales daños y agresiones a Gerardo Fernández Noroña, Dolores Padier- na, René Bejarano, Mario Di Constanzo, Carlos Sote- lo y... Enrique Peña Nieto. ¡Salud!

Y, mientras otros brindan tranquilamente en sus residencias, nunca tocados ni por mínimas insinuaciones reales de justicia, los padres y familiares de niños muertos el 5 de junio en Hermosillo, en la guardería ABC, marcharon ayer por calles de esa ciudad, bajo el lema Dieciocho meses: ni perdón ni olvido. Año y medio de retorcimientos institucionales para acabar en lo sabido: en la exoneración de los dueños de ese negocio, emparentados política y familiarmente con las elites, tanto la local del priísmo encabezado entonces por Eduardo Bours, como la panista nacional con la familia Zavala Gómez del Campo cuidando a una de los suyos. ¿Brindar? ¿Por quién o por qué se podría brindar?

Astillas

El escáner corporal aplicado por Wikileaks a una parte escrita de la diplomacia estadunidense ha mostrado en el caso mexicano a un gobierno tembeleque, dividido e ineficaz, que suplica la intervención estadunidense para controlar el avispero criminalmente agitado. Una de las vertientes más peligrosas de esa catástrofe oficialmente inconfesa es la relacionada con los pleitos entre los bandos armados que concurren en la guerra contra el narcotráfico: militares, marinos y policías federales que no se ayudan entre sí y, por el contrario, compiten mediante acciones y omisiones... Lo bueno de esas revelaciones es que han sido desnudadas tanto las falsedades calderonistas de que la citada guerra se va ganando, aunque a todo mundo le parezca lo contrario, como las pretensiones de los hombres de verde olivo de que en el naufragio institucional mexicano lo único rescatable sería el poder de las armas, llamado a restablecer por la fuerza cierto orden básico en el país... Hasta ahora, el diagnóstico de los mandos militares habla de que todas las corporaciones policiacas están altamente infiltradas por el narcotráfico, igual que los poderes civiles, y la única salida aceptable sería ir poniendo bajo el mando de los cuarteles a todas las instancias posibles, comenzando por las policías bajo control único y llegando a las instancias de los poderes ejecutivos estatales, ya desde ahora entregadas en sus áreas de seguridad pública y centros de reclusión a los recomendados de la Sedena... Exhibidas sus carencias, lentitud e inoperancia (aversión al riesgo), las fuerzas armadas mexicanas han recibido un golpe que tal vez frene las eventuales tentaciones de dar algo parecido, aunque esa misma situación también abre las puertas a los apetitos extranjeros de intervención directa en los asuntos del vecino fallido... Y, mientras un edificio de Televisa se ha incendiado, y Proceso recibe solidaridad, ¡Hasta mañana, en esta pista de hielo disfrazada de columna!